A TIRO DE PIEDRA
Julián Santiesteban
NOVEDADES CHETUMAL
Aun cuando se pretenda matizar mediáticamente, el dictamen de reforma política aprobada presenta claroscuros que dificultarán la operatividad en los órganos locales, y a nivel federal, en muchos temas, se observan acciones “gatopardianas” que muestran que todo cambió, para que todo siga igual.
En el dictamen señalado, se establece que “Organismos Públicos Locales”, como ahora se les determina a las instancias electorales estatales, serán integrados en su Consejo General por la autoridad nacional en la materia, lo cual no es tan malo si se logra consolidar la imparcialidad de dichas instancias; pero el mantenimiento y patrimonio será con cargo al erario de las entidades federativas…y como dicen que el que paga manda.
Otro tema importante es que la redistritación en los estados será ahora responsabilidad también del Instituto Nacional Electoral (INE), lo cual puede generar un mayor orden y profesionalización, después de los malos resultados en instancias como Quintana Roo y su instituto, cuyo proceso tuvo que darse en 2012 por ordenanza de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, después de seis años de retraso en la conclusión de los trabajos.
Sin embargo, temas como el “prorrateo” en la fiscalización no se modificaron, y al parecer así será aprobado por la Cámara de Diputados, y ello significará los candidatos “compartirán” gastos de campaña, lo que en términos simples significa que tendrán los partidos la posibilidad de “acomodar” las cifras para que se ajusten a los topes establecidos en cada elección. Ese que fue uno de los temas más controvertidos de la elección presidencial de 2012, y simplemente quedó tal cual. Los partidos defendiendo sus verdaderos intereses.
Este miércoles, la Cámara de Senadores y la de Diputados instalaron los periodos extraordinarios para avanzar en la aprobación de la reforma política, lo cual es positivo, pues además de la renovación del Legislativo federal en 2015, habrá elecciones en 17 Estados, aunque ahora con instancias electorales que no fiscalizarán, no serán responsables de la capacitación, no regularán sondeos y encuestas, ni establecerán las reglas de operación del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP). Muy desmanteladas.
En este último tema, a lo mejor la normativa nacional ayuda en entidades como Baja California, donde en 2012 “se les cayó el sistema” en las elecciones locales, pero es un retroceso para Quintana Roo, cuyos aciertos –que también tiene- es que, hasta ahora, por ley y probadamente correcto, desarrollaron un PREP que funcionaba y generaba ahorros, pero ello no ocurrirá en 2016, al renovar la gubernatura, Congreso y municipios.
El dictamen que aprobarán los Diputados tiene aciertos, como sancionar la publicidad disfrazada de “cobertura informativa” en medios de comunicación, tema que ayer mismo discutió el Senado; o sancionar la entrega de utilitarios como dádivas en las campañas, e incluso exigir que la publicidad se elabore con materiales ecológicos y que los candidatos presenten su “programa de reciclaje”; pero dejar fuera temas tan fundamentales como los debates obligatorios no ayuda a construir una ciudadanía más informada (sólo en el proceso para renovar la presidencia de la república se consideraron dos debates obligatorios.)
Positivo en verdad es que ahora los partidos deban presentar su plataforma desde el momento del registro de sus candidatos, por lo menos así se sabrá qué proponen, antes sólo se veía “caras bonitas.”
Pero se muestra pues que, aunque la homologación mejorará varios temas, otros tantos son en verdad retrocesos; al final la homologación de procedimientos pone a todos en el mismo rasero; pero sólo a nivel de los órganos electorales, pues los partidos no tocan sus intereses ni con el “pétalo de una modificación normativa.” No eso debe permanecer tal cual.