Chetumal, 3 de agosto
Javier Chávez Ataxca
Fernando Medina García es un hombre en plenitud experto en artes marciales y con esa enorme ventaja le dio una endemoniada golpiza a un adolescente de 15 años que lo atendía en un Subway de San Luis Potosí, todo porque le pidió aguardar su turno este muchachito que aprovechó la temporada vacacional para ganar su dinerito.
Hay un video viralizado del indignante castigo recibido por el jovencito indefenso que presenta fractura de nariz y pómulo y quedó con el cerebro inflamado, según publica hoy el diario Reforma en su primera plana.
Este agresor criminal no ha sido detenido, pero ya hay santo y seña de sus datos laborales gracias a la magia de las redes sociales que hacen el trabajo de nuestras autoridades judiciales y les meten presión. Hasta deslizan que el angelito es militante de Morena y por ello no ha sido capturado, dato que tomo con pinzas.
Antes –el 18 de julio para ser preciso– una pareja endiablada ingresó a un kínder de Cuautitlán Izcalli (estado de México) y golpeó, hincó y encañonó a una maestra delante de su hijito, con la severa advertencia: “a mi hijo no lo vuelves a tocar”. El video de este ataque también se viralizó y fueron detenidos los agresores: Laura y Jesús (lástima de nombre).
Quizá tú no hayas olvidado la golpiza recibida por Roberto González el 20 de enero de 2017 en Playa del Carmen; este hombre de 41 años quedó cuadripléjico porque fue atacado por una vecina y por su esposo Rodrigo Galán. La causa: Rodrigo le reclamó a la señora María Fernanda Salcedo porque su perro entraba a su departamento en el fraccionamiento La Joya.
Hay video de la golpiza criminal que dejó cuadripléjico y le provocó un infarto y arrebató el habla a este playense que practicaba triatlón y administraba condominios en la Riviera Maya. La pareja agresora ha aprovechado las bondades de la justicia para evitar el castigo legal, favorecida por la corta memoria de los quintanarroenses. Pero ahí están sus nombres.
El virus de violencia ya no es exclusivo de los delincuentes habituales que abundan en nuestro país, porque incluye como agresores a mexicanos y mexicanas que permanecen en la fila para ser atendidos en una franquicia de comida rápida, en un Oxxo o que acuden por sus hijos a la escuela o son padrinos de bautizo. Son vecinos a los que damos los buenos días y que se confunden con los buenos, mayoritarios por fortuna en nuestra desangrada Patria.
Muchos piden en redes un castigo similar para estos mexicanos violentos –el ojo por ojo de la Ley del Talión–, pero la justicia a secas debe ser el sedante que pacifique a estos agresores balconeados por videos consumidos por millones en medio continente, por lo menos. Eso sí, nada de consentir a estos seres rabiosos cuya conducta tiene que ser analizada y corregida por psicólogos y psiquiatras.
Un 10 para los videos y plataformas que aprovechan el Internet, porque sin ellos estos ataques salvajes quedarían perdidos en las montañas de denuncias ante el Ministerio Público, si acaso. Bien por medios serios como Reforma, aunque este diario irrite a nuestro Presidente Andrés Manuel.
El mexicano tiene que serenarse y a los violentos les debe servir de lección la exhibida y carretadas de insultos lanzados en redes sociales, porque se llevan entre las patas a sus familiares. Aprendan, porque si no los aprehenden.
Por cierto, el karateca con supuesta cinta guinda de Morena sigue escondido, pero más temprano que tarde va a aparecer porque no le queda de otra.
