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Una lucha contra el cáncer que no debió ser

Pena Capital
Novedades Chetumal
Javier Chávez Ataxca

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Dos instancias médicas de Chetumal –privada y pública– fueron incapaces de detectar un cáncer de mama en etapa media (etapa II)  y en pleno desarrollo. No conforme con las valoraciones erróneas de estos especialistas, Elvira acudió a una clínica privada en Mérida, donde el brote cancerígeno fue identificado de inmediato. A estas alturas ya era obligada una mastectomía completa de seno, practicada con éxito a principios de octubre pasado.

Empleada del gobierno del estado y madre de dos hijos, Elvira a sus 42 años ha tomado con mucho aplomo su situación tan delicada, sin derrumbarse o ser presa del desaliento. Sabe que debe dar la batalla día a día, con mucha fortaleza espiritual y sin abismarse en la amargura.

Acepta dar su testimonio para advertir a muchas mujeres que no se confíen. Porque el drama que enfrenta  puede arrastrar en el remolino a otras mujeres que reciban del galeno un “no pasa nada. Vaya tranquila a casita y me visita dentro de dos años”.

Porque Elvira cumplió meticulosamente con todos los protocolos de detección, recurriendo recientemente al radiólogo Hebert León Ureña, quien tiene su consultorio en la clínica Carranza. “Todo salió normal, todo muy bien”, cuenta.

uneme chetumal“Pero no me quedé tranquila, y los 15 días me hice una mastografía en la Unidad de Especialidades Médica para la Detección del Cáncer de Mama (UNEME DEDICAM). Y como en el ultrasonido no hubo problemas, todo estuvo bien, me quedé medio tranquila”.

“Eran ya dos estudios, ¿por qué desconfiar? Y en diferentes instituciones. Pero una lucecita no me dejaba tranquila, ya que he leído algunas características que se dan en el cáncer de mama, y yo veía en mi algunas de ellas. Tales anomalías las comenté en los dos estudios que me practiqué, pero me dijeron que era por la inflamación”.

Elvira esperó sus vacaciones para viajar a Mérida. Una vez en la clínica privada le fue practicado el ultrasonido. “Y detectaron el tumor. Tenía cáncer de mama”.

Cuenta Elvira que los radiólogos del Centro Médico no ocultaron su indignación al ver los estudios que traía de Chetumal, ya que el mal era detectable sin mayor esfuerzo. Había fallado el factor humano.

De inmediato se activó el engranaje 100 por ciento efectivo, con oncólogos y más estudios, hasta culminar la primera etapa con la mastectomía completa en una de las mamas.

“Al extirpar el tumor y ver el tamaño que tenía (cinco centímetros), me comentaron que eso tenía más de dos años, que no era algo reciente”.

Sin embargo, según el estudio practicado en la UNEME, “no se observan imágenes nodulares prominentes. Sin evidencia de engrosamiento o retracciones. Se observan ganglios axilares bilaterales de contenido graso”.

Las conclusiones: “mamas simétricas con patrón fibroglandular mixto, cambios moderados de adenosis, calcificaciones de características benignas, ganglios axilares bilaterales de características benignas.”

“Datos compatibles con birads 2 (hallazgos benignos), se recomienda continuar con su control mastográfico”.

“Me preguntan qué sientes. Siento una gran impotencia, un gran coraje, una gran frustración de saber que era una de las personas pendientes de mis estudios, de estar realizándolos cada año, de hacerme ultrasonidos. Pero más coraje me da porque no soy la única, y que hay otras sufriendo por malos diagnósticos, y no se vale”.

Elvira está preparada para continuar su intensa batalla en las manos de Dios y la ciencia, respaldada por todos sus familiares y demás seres queridos. Padres, hermanos hijos, sobrinos, tíos, amigos…Todos han cerrado filas para estar a su lado en estos días de tanta incertidumbre.

Ella es la madre de mi hijo.

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