Ajuste de Cuentos
Ángel Solís
Un alto precio está pagando este gobierno de la Cuarta Transformación al permitir que el Partido Verde se apodere de las principales posiciones de poder, colocando en ellas a figuras con negros antecedentes que no solucionan problemas y además les detonan a la gobernadora Mara Lezama.
Tal es el caso del todavía titular del Instituto de Movilidad del estado (Imoveqroo), Rodrigo Alcázar Urrutia, a quien la silla le quedó muy grande porque no puede hacer nada por controlar los desmanes, manifestaciones y bloqueos que realizan los taxistas en distintos destinos turísticos del estado, ante el inminente inicio de funciones de la plataforma de transporte privado Uber, empresa con presencia a nivel mundial.
El verde cancunense Rodrigo Alcázar es el peor funcionario en el peor momento, ya que por su imprudencia ha atizado el conflicto al dar alas a los taxistas que aprovechan el vacío de poder y los titubeos en el Instituto de Movilidad, o más bien de Inmovilidad.
De este gris funcionario solamente se entiende su llegada al puesto como cuota de poder del Partido Verde, ya que en el gobierno del Remberto Estrada como director de Tránsito del municipio de Benito Juárez (Cancún) fue señalado de mantener una red policías que extorsionaban a los automovilistas y también de otorgar protección a una red de defraudadores, escándalos que provocaron que fuera separado del cargo para ser enviado como director de Transporte y Vialidad municipal.
Las manifestaciones que realizan los choferes de alquiler en contra de esta poderosa empresa son solo palos de ciego, ya que el Poder Judicial de la Federación desechó los amparos promovidos en contra por parte de los trabajadores del volante y aprobó desde el pasado 12 de enero la entrada de Uber a los destinos del estado.
En Quintana Roo, siete de cada 10 concesiones son “propiedad” de ex gobernadores, ex funcionarios, novias, novios y familiares de estos. Incluso funcionarios de este gobierno de la 4T en Quintana Roo poseen placas de servicio público otorgadas por los gobiernos del viejo PRI, y son los principales interesados en bloquear la entrada de Uber, ya que el valor de sus concesiones caería al abismo.
Intereses oscuros mueven a los choferes a atacar a la competencia, mientras el titular de Movilidad evidencia su mediocridad y es imposible que sigan sosteniéndolo en el cargo porque su permanencia tendría un alto costo político.
Su desesperación por no saber cómo resolver este problema, ha ocasionado que Rodrigo Alcázar meta en serios problemas al actual gobierno, concediendo sin autorización entrevistas a medios nacionales y locales en el peor momento de la crisis que atraviesa el gobierno marista.
Al grado que la Secretaria de Gobierno, Cristina Torres Gómez, haya salido a dar la cara para intentar desactivar el problemón que ha ocasionado este Verde funcionario, donde el señalamiento que hiciera la ex alcaldesa playense de que “se hará uso de la fuerza pública para salvaguardar el estado de derecho” en nada abona al estilo de gobernar de Mara Lezama, quien ante todo privilegia el diálogo de todas las partes.
Y si, a cuatro meses de este gobierno, tú, Rodrigo, estás nominado.